jueves, 25 de febrero de 2010

Main course

Las manzanas pueden comerse en cualquier momento a lo largo del día : Por la mañana, al mediodía, a media tarde y en la noche. Podemos usarla como desayuno, postre, también antes de cualquier comida, como merienda o aperitivo. Podemos comer manzana trozeada, batida con agua o con leche, con otra fruta/s, con cáscara o sin ella, con pipas, sin pipas, comernos la manzana con ganas o desgana, con azúcar, con chocolate, con miel, con nata, como tarta de manzana y un largo etcétera.

Cómete la manzana cuando tú quieras y cómo tú quieras, nadie te lo impide; pero ninguna manzana merece ser tratada como segundo plato.


lunes, 22 de febrero de 2010

Manzanología

    1. La manzana espera con mucha paciencia su turno, hasta que terminen otras manzanas.
    2. La manzana entra en una habitación en la que debe desprenderse de su cáscara y cubrirse con otro tipo de envoltura muy ligera y que, supuestamente, cubre la desnudez de la manzana, pero es una gran mentira. 
    3. La manzana sale de esa habitación preguntándose por qué la hacen taparse con esa cáscara, si no cubre nada y sigue sintiéndose desnuda.
    4. La manzana es obligada a acostarse en una cama horrible, que fue creada para torturar a todas las manzanas que ahí se acuesten.
    5. Un desconocido entra en la habitación en la que la manzana se encuentra acostada y asustada, saludando con alegría como si esto fuera algo divertido.
    6. El desconocido enciende un aparato maldito y luego se coloca unos guantes que chirrían y tienen un tacto horrible.
    7. El desconocido intenta tranquilizar a la manzana, pero es imposible. A continuación, remanga sus mangas y acerca la mano a la parte baja de la manzana, justo en dónde termina el vástago.
    8. Ahora empieza lo peor. El individuo introduce la mano por el vástago casi hasta las pipas y hace un chequeo, mientras ese aparato maldito mira a la pobre manzana sin piedad.
    9. Si todo está correcto, termina este momento tan terrible para la pobre manzana, vuelve a poner sus cáscaras en su sitio y se escapa de esta habitación.
  10. Lo peor es que, a pesar de lo que ha sufrido, aún tiene que pagar un pastón a ese monstruo manzanero por el mal momento.


Así es una visita al ginecólgo, terrorífica. Las manzanas me entenderán, los manzanos no, pero así pueden ver lo que sufrimos las mujeres.