domingo, 7 de noviembre de 2010

Feliz manzapleaños

Noviembre es el mes en el que cumplen las manzanas. Ha pasado un año desde mi primera publicación de manzanas. Después de este tiempo, 20 publicaciones y 27 seguidores parecen pocos, pero para mí son más que suficiente, son los más importantes y también los que necesito, aunque cualquier nuevo lector/seguidor será bienvenido. Me gusta escribir, y me he acostumbrado a hacerlo sobre manzanas, aunque no publique con mucha frecuencia. Podría decir que en este último año, he madurado, como las manzanas, y tengo pruebas.

Podría decir que en un año le he cogido mucho cariño a esta fruta (especialmente a una de ellas), hasta el punto de que ahora veo manzanas en todos lados. Y me gusta saber que he conseguido que otras personas que leen el blog, también vean manzanas vayan a donde vayan, o se acuerden de mi cuando ven una de estas frutas.

He de confesar que poco a poco se me agotan las ideas, y algunas veces puedo buscar una durante horas y no llegar a encontrar ninguna con la que pueda publicar una buena entrada, pero confío en que llegarán algunas nuevas para "fruturas" publicaciones.

Antes de acabar, tengo que agradecer a quienes han leído el blog en este año (que se ha pasado volando por cierto) y también a quienes tengan intenciones de quedarse el tiempo que haga falta y seguir leyendo sobre la fruta que ya todos conocemos bien. También decir, que cualquier aportación será bien recibida y que si alguien quiere dedicar una manzana, hacer un comentario, echarme la bronca, criticar la vida, contar aquella vez en la que se atragantó con una manzana o lo que sea, también puede hacerlo. Al fin y al cabo, las ideas más tontas suelen ser las mejores.

Pues eso, feliz cumpleaños a todas las manzanas. :)


martes, 14 de septiembre de 2010

Manzanas como puños

-A veces el principio es el final, el medio es el principio y el final no está acabado.
-Algunas veces no entiendo lo que hago, digo o escribo.
-Muy pocas veces como manzana. Es más, las manzanas nunca fueron mi fruta favorita, pero les he cogido cariño desde la primera entrada del blog de manzanas.
-Obviamente, las fotos de este blog no son mías, así que debo admitir que he 'tomado prestadas' algunas imágenes que no me pertenecen, pero si lo he hecho no ha sido con mala intención, sólo porque me gustan y a otras personas también les pueden gustar, y si hubiera algún inconveniente, podría quitarlas o nombrar a su autor.
-Este blog no tendría sentido si todo esto hubiera ocurrido de otra forma, probablemente lo habría borrado o hubiera dejado de escribir en él.
-Las compotas de manzana y demás, están hechas para bebés y niños hasta determinada edad, pero a mí me gustan igual o más que a ellos.
-Por suerte, nunca he encontrado un gusano en una manzana.
-A menudo me como las manzanas con cáscara, solo porque me da pereza coger el cuchillo y tardar menos de un minuto en quitarle la piel.
-Buscando en Internet, leí que existen más de siete mil quinientas (7500) clases de manzanas, y yo ahora mismo solo me acuerdo de una o dos.
-Cuando me apetece picar algo antes de comer, mi madre siempre me dice: si vas a picar antes de almorzar, cómete una manzana o algo así.
-Odio los mensajes anónimos, no por su contenido, porque siempre han sido de buen gusto, sino porque la mayoría de las veces no sé quién los escribe.
-Me parecen más bonitas las manzanas rojas, pero creo que las verdes son más ricas y llenan más.
-Me alegro mucho de haber alejado de mi vida a algunas manzanas podridas.
-Estoy hablando de “verdades como puños” porque me falta inspiración y es lo primero que se me ocurrió, pero no está del todo mal.  
-Hoy me muero de ganas de comer manzana y no hay.
-Mi gata odia el olor de la manzana tanto como el olor del limón.
-De pequeña planté muchas semillas que encontraba en las manzanas en el jardín de mi casa. Por supuesto, nunca crecieron.
 -Me extraña que Lady Gaga no haya utilizado aún manzanas para cualquiera de sus originales vestidos o vídeos.
-Antes sabía hacer malabares con manzanas, pero ahora cada vez que lo intento, se me caen al suelo.
-Cuando estás comiendo una manzana, sabes que en breve aparecerá alguien y te dirá “¡qué sano/a comiendo manzana!”, o algo así como: “¿te estás cuidando?” y en realidad da igual que te estés cuidando o no, lo que importa es que desearías estar comiendo cualquier otra cosa menos saludable que una fruta.
-El tiempo se pasa volando, en un momento estás comiendo tu manzana y en menos de lo que esperas te das cuenta que hace mucho tiempo que te comiste esa manzana.
-El otro día probé manzana mojada en té y manzana con crema de cacahuete junto a una manzana muy bonita. Está super rico.
-Ahora que lo pienso, me apetece tarta de manzana con un poco de helado.
-El manzano es el árbol del que nacen las manzanas. Manzanero es un apellido, y manzanilla es una infusión.
-Para mí sólo existe una manzana y no la cambiaría por ninguna.
-No sé cómo cerrar esta entrada y me da igual porque ahora todo es perfecto.



viernes, 30 de julio de 2010

Manzanas viajeras.

Creo que el viaje más largo que hacen las manzanas es el que empieza en el manzano y acaba en el super, hasta que alguien decide que esa semana comerá fruta y compra una, dos, tres "pommes", o un pack ahorro de manzanas, y estas empiezan de nuevo un viaje hacia un nuevo hogar, en el que serán el próximo alimento.

Los humanos también viajamos, aunque lo normal es que nosotros elijamos el trayecto. Aunque parece algo sencillo, además de ser muy caro, necesita una buena organización, como ocurre con las manzanas en las cestas del supermercado.

Un viaje es igual que una película de suspense, en realidad nunca sabes lo que te espera, pero sí lo que quieres encontrar en tu lugar de destino. Y así es cómo estoy yo ahora, con esa emoción e incertidumbre que te invade en este tipo de películas. Realmente no soy la única manzana intrigada, también otras frutas que han elegido el mismo viaje que yo y a quienes veré casi diariamente durante más o menos, un mes.

Por suerte, no viajaré sola, sino con dos de mis manzanas favoritas y el manzanito de una de ellas. Nos quedamos con pena de que una de las manzanas del frutero no pudiera viajar con las demás porque seguro que hubiera sido aún mejor, pero de todos modos, de una u otra forma, estará presente en todos nuestros momentos.

A partir del martes, empezaré a vivir en un nuevo frutero, con nuevas manzanas que hablan en otro idioma. A partir de ahora, ya no puedo llamarlas manzanas, sino que serán las nuevas "apples" como dicen en su país.

Quiero aprender todo lo que pueda, saborear esta experiencia al máximo y poder traer nuevos y buenos recuerdos, que quizás pueda compartir con las manzanas que se pasean por este blog.

Seguro que (además de encontrar "apples" que tomen el té de las cinco, usen chubasquero o paraguas y conduzcan por la derecha), entre otras cosas, encontraré alguna manzana tan perdida como lo estaré yo y muchas curiosidades que me recuerden a mi blog o a cualquiera de las frutas conocidas.

Aunque sé que el tiempo "pasará volando" y que en menos de lo que espero, estaré otra vez escribiendo una nueva entrada, los echaré mucho de menos.

Y por último, antes de cerrar esta entrada y no volver hasta dentro de un mes, quiero recordarte que, lo que más me ilusiona de este viaje es poder compartir todos los buenos momentos que están a punto de llegar, contigo, manzana.

domingo, 4 de julio de 2010

La gran manzana

¿Te apetece dar un paseo? Hay tantos lugares a los que ir. Si lo prefieres nos podemos quedar aquí, no importa. No hace falta cambiar de lugar para poder pasear. Podemos visitar cualquier lugar, aunque no exista.

Un día, podríamos viajar a un planeta que tenga forma de manzana, habitado por manzanas que actúen como seres humanos. En donde los edificios tengan forma de manzana, en el que todas las nuevas tecnologías sean de marca "apple", en donde las manzanas conduzcan fruteros en lugar de coches, o en el cual la manzana sea la comida favorita de todos.

Es solo una idea, podemos viajar al sitio que tú quieras, solo hace falta un poco de imaginación. Podemos crear un nuevo lugar, que sea un modelo de perfección, un nuevo rincón en el que esconderse de la realidad.

Quizás así conseguiremos acercarnos a eso que nos intentan vender cada día y que dicen, se llama "libertad". Pues, a mi me gustaría conocerla de verdad, vivir en un lugar en el que me aseguren su existencia y no en donde intenten ilusionarnos con una copia barata. Un escondite en el que huir de los que viven robando libertad a las personas y hasta a las manzanas. De esos que en lugar de vivir su vida, intentan cambiar la de los demás, para adaptarla a sus gustos y preferencias. Esa clase de gente que vive en el planeta al que ahora pertenezco, personas egoístas, caprichosas, interesadas, ambiciosas, cerradas de mente... Esas a las que probablemente, todos hemos pertenecido alguna vez, y de donde solo unos pocos han sabido escapar.

Es bonito viajar imaginando. Por un momento, puedes huir de este planeta a otros mejores, o simplemente, arreglar los desperfectos que no te gusten de él. Puedes cambiar cualquier cosa, desde las más importantes, hasta las más insignificantes; aqui eres totalmente libre.

Quizás sea algo así como lo que una de mis profesoras solía llamar, "minivacaciones", porque, esto que te propongo, tristemente no durará para siempre, y seguramente, durará casi lo que el parpadeo de un ojo, pero, no pierdes nada por intentarlo. Además, si te animas, me gustaría saber cómo es ese mundo que has imaginado, a lo mejor podríamos ser vecinos o compartir piso.

....

Quizás no sea mi mejor entrada del blog de manzanas, o quizás si, lo que sé es que, consciente o inconscientemente, durante un rato, has viajado en tu imaginación por mi mundo de manzanas y de libertad. Espero que disfrutaras del viaje.


Si necesitas algo, estaré dando una vuelta a la manzana.

viernes, 18 de junio de 2010

Resulta que...

En mitad del camino me encontré por casualidad una manzana. Parecía una manzana común, de las que podrías encontrar en cualquier momento, no importa en qué lugar, y a las que no les das importancia.

Volví a mirarla y pude comprobar mi equivocación, esa manzana no era como las otras. Me acerqué, establecí la primera toma de contacto con la fruta y la guardé, inconscientemente, para siempre.

Poco a poco comencé a cuidar de la manzana, a valorarla más que a todas las otras frutas, a reconocer sus virtudes y a mimar sus imperfecciones. La manzana me permitió conocerla, empezando solamente por el tallo, después me regaló su confianza y me dejó conocer sus semillas y sin querer, o queriendo, conocí también la cáscara de la manzana.

Desde entonces solo tengo ojos para la manzana de mi frutero, la que llegó un día por casualidad y la que me alimenta, sin necesidad de triturarla con los dientes.

Para esta manzana lo tengo todo. Cuidaré siempre de la manzana para que se quede conmigo todo el tiempo que sea posible y sea feliz en este frutero. Seguiré escribiendo sobre ella y un día le pondré nombre, será tan bonito como mi manzana.

domingo, 9 de mayo de 2010

Agua, por favor

He descubierto que una de las peores cosas que nos pueden suceder, es que tras dar bocado a una manzana, se quede una bola intragable en la garganta que no te deja respirar con normalidad, ni disfrutar de lo que quizás podrías comer con placer.

Tras morder y pretender tragar, sientes que algo no va bien, o por lo menos no es como debería ser. Entonces intentas hacer todo lo posible para que la maldita bola de alimento termine de pasar por el interior del cuello, haciendo un esfuerzo sobrenatural; y es frustante creer que no puedes hacer nada, admitir que ese sacrificio no te va a recompensar, porque la masa de comida sigue empeñada en enyugarte y aferrarse a tu campanilla hasta casi asfixiarte, pero sin llegar a hacerlo.

Probablemente lo peor de todo, es esto, que durante un tiempo te encuentras en un punto intermedio en el que no puedes respirar pero tampoco dejas de hacerlo. No sabes si es mejor dejar que la manzana acabe contigo o seguir peleando para que tanto tú, como el trozo de eso con lo que luchas, lleguen a buen puerto.

Aunque el tiempo sigue su camino al mismo ritmo que antes, mientras tú te agobias y angustias luchando contra la preocupación, el miedo y ese trozo de manzana que te asfixia, parece que todo es una eternidad. Sabes que mientras la fruta tiene libertad para elegir si matarte definitivamente o no hacerlo, tú solo tienes un tiempo muy corto para darlo todo y salir victorioso, o morir por ser incapaz de conseguirlo. Y cada vez estás más cansado y tienes menos aire.

Y si parecía que nada podía ser peor, no tardarás nada en darte cuenta de que ahora estás solo, no hay nadie a tu lado para darte unos golpes en la espalda que te ayuden a escupir el problema o te animen a seguir batallando por lo que quieres, a desengancharte de esa manzana que te tortura o quizás reanimarte si finalmente dejas de respirar y ella ganara la guerra.

Quizás nunca te haya ocurrido esto, a lo mejor te ha ocurrido una vez, y has olvidado lo que significa debatirse entre la vida y la muerte, pero cuando menos te lo esperes volverás a recordarlo, y tienes que creerme, no es una sensación muy agradable.

Creo que la palabra que mejor lo describe es "desesperación", es igual que estar muriendo de hambre y solo tener una manzana para comer, pero no tener dientes para poder hacerlo. Casi sientes lo mismo que cuando no quieres llorar y se te forma un nudo horrible en la garganta, pero sabes que es inevitable, y que tarde o temprano empezarán a rodar las lágrimas por tus mejillas.

Es no poder evitar ponerte nervioso y morderte las uñas; sentirte impotente; es rabia; es querer sentir el sol en la piel pero que las persianas estén bajadas; es intentar respirar bajo el agua como si fueras un pez, aunque sepas que es una tontería; es esperar a que te crezca el pelo y que tus puntas abiertas nunca lleguen a donde esperas.

También es recordar tu olor un instante, que se aleje y no saber cuando volveré a tenerlo; es miedo; es creer que quizás en un futuro cercano solo te acompañarán las canciones que te traen recuerdos y tristeza; la obligación de olvidar;  que unas veces vienes y otras te vas; es leer una carta y no saber quién la escribe; es intentar vomitar los problemas; intentar escribir cuando el bolígrafo no tiene tinta; el final de la película que no te gustó; caminar en círculos; quemarte cuando bebes tu café; que se apague el mechero cuando intentas encender el cigarro; querer volver al pasado; es no saber si creer o no; es perderte y no saber cuando encontrarás la salida; no entender un chiste y que todos se rían; simplemente, no entender; es intentar dormir pero no poder y dar vueltas y más vueltas en la cama pensando en lo que te preocupa; que todavía sigas leyendo esto y te estés cansando y quizás quieras parar de leer, pero no puedas saber si más abajo encontrarás algo que te interese.

Es descubrir que mientras yo escribo, o tú lees esta entrada, solo pensamos en una persona; es saltarte las reglas; pensar que quizás te puedas arrepentir; no saber que pasa por la cabeza de esa persona; extrañar a alguien; es suspirar y no saber por qué; es igual que cuando eras pequeño y no podías esperar a que vinieran los reyes; es creer una mentira que sabes que lo es; es escribir tonterías en las manos y que después no puedan borrarse; intentar sonreír y no poder; ser incapaz de odiar; es saltar sin paracaídas; es querer más libertad; es necesitar un vaso de agua para dejar de ahogarte; es una manzana en mi cabeza.


sábado, 24 de abril de 2010

Trueque

Te presto mi manzana si tú me prestas la tuya, ¿por qué no?, solo un momento, una mordida, no necesitamos más.

Podremos saborear cada una de las manzanas, distinguir el olor de una y otra, saber qué manzana tiene mejor tacto, cuál pesa más, o menos, y cuál ha sufrido más daños. Por fin podrías entender la razón de que no me importe si son rojas o verdes, y el motivo de que siempre me coma la cáscara. Comprenderás por qué hay una de estas frutas en mi frutero, y entenderás que algunas veces me sepan a rayos y otras, en cambio, disfrute de cada mordisco.

Hagamos un intercambio de manzanas por un instante, es solo un juego, como a los que jugabamos de niños, y será una buena experiencia. Inténtalo, abre la mente. Ponte en mi lugar y yo me pondré en el tuyo. Muerde la manzana como yo lo hago. Intenta ser como yo, aunque sea un momento, sentir lo que yo siento, ver la manzana a través de mis ojos, no es tan difícil. Hazlo y vuelve a hacerlo las veces que haga falta. Te darás cuenta de lo rápido que empezaremos a entendernos mejor. Intercambia manzanas siempre que tengas la ocasión y aprende de cada mordida, porque merece la pena.


Hagamos un trueque.


domingo, 4 de abril de 2010

Rutinas

Me gustaría poder escapar siempre de la costumbre, vivir todos esos momentos que solo ocurren cuando conseguimos despistar a la rutina y dejarla atrás, hasta que vuelve a atraparnos. Me encantaría no tener planes organizados, horarios, responsabilidades o normas que me impiden disfrutar todo lo que debería y querría de la vida. Ojalá todo surgiera sobre la marcha, como pasó en cada buen recuerdo que guardamos en nuestras cabezas y que no queremos olvidar.

Un día probaré a retar a la rutina, haré que el tiempo desaparezca y perderé el miedo a envejecer. Olvidaré que existen el día y la noche, y así podré dormir cuando de verdad tenga sueño y si alguna vez me apetece dar un paseo, cuando todos duermen, lo haré. No existirá hora del desayuno, almuerzo, merienda o cena, porque comeré lo que me apetezca, cuando tenga hambre, aunque engorde. Lo haré todo porque me da la real gana.

Si consiguiera esto, no sentiría remordimientos por dejar las tareas de la casa o las de mis estudios sin hacer, podría seguir mis impulsos y corazonadas y elegir el camino que me apetezca seguir, sin importar cuál sea ni lo que me pueda encontrar en él. No tendría miedo a lo que ocurra en el futuro, a equivocarme en el presente o a recordar el pasado, así podría descubrir por primera vez el valor de mis sentimientos, ya que perdería el miedo a llorar, a temer, a decir lo que pienso, a hacer lo que quiero en el momento que quiera, equivocarme, avergonzarme o tal vez enamorarme.

Por una vez vería la vida de colores y no en blanco y negro, viajaría a cualquier lugar, aunque fuera en mi imaginación. Si me apeteciera, bebería alcohol hasta tener la peor borrachera de la historia, porque podré dormir todo el tiempo que quiera, hasta que me abandone la resaca y el mal trago. También podría dar caladas de cigarros, si es lo que me apetece, y no pensaría en que esto pudiera afectarme a largo plazo, en futuras enfermedades o en si moriré joven o no.

Podría estar una eternidad dando un beso, una caricia o un abrazo. Disfrutaría de mis amigos hasta agotarnos. Podría ver amanecer y atardecer cada día, sola o acompañada. Estudiaría lo que me gusta de verdad y no por obligación. Compraría ropa sin importar el estilo que sea, y no me interesaría lo más mínimo que sea la moda, que sea otoño-invierno o primavera-verano o que esté pasado de moda. Celebraría la Navidad en cualquier época y todos los días te regalaría algo por San Valentín. Me quedaría hablando contigo en donde sea hasta que no aguantemos el sueño y el hambre o hasta que te canses de mi. Si hace falta, también me enfadaría o lloraría, pero por cosas que tienen importancia de verdad y probablemente desaparecerían las preocupaciones.

Podría cantar bajo la lluvia como en la película, gritar, saltar o correr, sin importar a quién pueda molestar o si es el sitio adecuado para ello. Tendría mis propias normas de conducta, escucharía mi música el tiempo que quiera, respondería a tus preguntas y tú a las mías. En algunas ocasiones volvería a ser una niña. Empezaría a creer que el dinero no da la felicidad.

Podría estar toda la vida escribiendo en este blog lo que me pasa por la cabeza, pero mi día a día no me deja. Odio la rutina, probablemente sería muy felíz si no existiera, o quizás sería infeliz, porque en parte, gracias a que la rutina existe, sabemos valorar los mejores momentos de nuestra vida.

Por cierto, es frecuente que en cada entrada relacione lo que escribo con las manzanas. En esta no lo he hecho,  para romper con esta costumbre rutinaria. : )


lunes, 15 de marzo de 2010

La muerte de la manzana



1. Vean el vídeo que aparece arriba.
2. Dejar claro, que desde el momento en el que he visto este vídeo, no veo a las manzanas de la misma forma.
3. Me da miedo y pena pensar que podamos tener la misma importancia en el mundo que una manzana. En principio, el proceso de "vida" es el mismo. Nacemos de una "semilla", empezamos a crecer, maduramos, y con mucha suerte, si no nos comen antes, empezamos a deteriorarnos hasta que no seamos nada y nos miren con cara de grima.

Solo he encontrado un argumento, que me ayude a mirar esto de forma positiva: Nosotros nos comemos a las manzanas, y no al revés.




Si encuentran más argumentos positivos ruego que me lo comuniquen.



jueves, 11 de marzo de 2010

Filosofía manzanera

Vamos a filosofear un poco:

Nunca entenderé por qué ocurren las cosas, por lo tanto, nunca podré comprender por qué me gusta la manzana; tampoco el por qué de que unos días me guste más que otros; no seré capaz de recordar el momento exacto en que sentí por primera vez que me gustara la manzana; tampoco puedo acordarme del instante en el que empecé a ser egoísta y a no querer que otras personas pudieran acercarse a la manzana; no sé en qué momento preferí comer la manzana, y no otra fruta; no logro comprender por qué me gusta repetir tanto la palabra manzana en mi blog de manzana; no soy capaz de entender que a otras personas no les guste tanto la manzana como a mí, no sé por qué podría pasarme horas mirando la manzana, aunque no me diga nada; quisiera saber, cuándo empecé a conocer a la verdadera manzana, la que se oculta debajo de esa cáscara roja o verde; me gustaría entender por qué la manzana me quita el sueño, como si fuera café; también por qué echo tanto de menos la manzana cuando estoy rodeada de otra fruta; quisiera saber por qué importa tanto que una manzana este aún verde o que haya madurado; no sé por qué me da tanto miedo equivocarme y no poder seguir escribiendo acerca de la manzana; quiero saber por qué estoy escriendo todas estas tonterías que me marean sobre una manzana, y con tan poca inspiración; me gustaría saber por qué me gustaría saber tantas cosas; no entiendo por qué siento que escribir esto sobre la manzana, es un error; me encantaría saber qué estás pensando cuando lees esto; y un largo etcétera.


jueves, 4 de marzo de 2010

Querida manzana:

Voy a ocupar esta entrada de mi blog manzanero, para decirte algo importante.

Últimamente no me he sentido del todo bien al verte o estar contigo. Probablemente tenga yo la culpa, o quizás tú, no lo sé. Esperaba que todo estuviera siempre bien, pero algunas veces muerdes una manzana y te sorprende un sabor amargo en el paladar, totalmente diferente al que estás acostumbrada, y entonces te enfadas o te pones triste porque el gusto de la manzana no es el que querías o esperabas. Sé que no todo es color de rosa (o rojo manzana, como prefieras).

Esto es algo que tenía que recordar, pero lo olvidé. Por eso estos días contigo han sido raros e incluso tristes, porque no solo olvidé esto, si no también que lo que yo he convertido en problemas gigantes, son tonterías que se pueden solucionar. Es como si porque una manzana tuviera pipas, me enfadara y a partir de entonces dejara de comer manzanas.

También he olvidado que tú también tienes tus problemas (con los que espero ayudarte) , y que a lo mejor yo soy parte de alguno de ellos. He sido un poco egoísta manzana, y lo reconozco.

Y pensando, he llegado a la conclusión de que tú ni siquiera te has dado cuenta de esto. Quizás creas que el sabor amargo es culpa de otras frutas, pero ahora mismo lo único que me preocupa es arreglar esto contigo, y no con ninguna otra manzana.

Y como sé que pasaremos mil millones de veces por situaciones así de tontas, me prometo a mi misma no estar mal aunque volviera a ocurrir, y te prometo que no te daré más la lata con tonterías como esta, pero hoy sentía ganas de decirte como me sentía y aproveché que me tocaba actualizar el blog y que te gusta leerlo, para dedicarte una entrada.

Lo importante es que sepas que eres un bocado de alegría, cariño, diversión y amistad cada día, y que en poco tiempo te has convertido en una fruta muy importante para mi. Por eso, no podré recriminarte nunca por nada, si no que debo agradecerte siempre lo que has hecho por mi casi sin darte cuenta.: )

jueves, 25 de febrero de 2010

Main course

Las manzanas pueden comerse en cualquier momento a lo largo del día : Por la mañana, al mediodía, a media tarde y en la noche. Podemos usarla como desayuno, postre, también antes de cualquier comida, como merienda o aperitivo. Podemos comer manzana trozeada, batida con agua o con leche, con otra fruta/s, con cáscara o sin ella, con pipas, sin pipas, comernos la manzana con ganas o desgana, con azúcar, con chocolate, con miel, con nata, como tarta de manzana y un largo etcétera.

Cómete la manzana cuando tú quieras y cómo tú quieras, nadie te lo impide; pero ninguna manzana merece ser tratada como segundo plato.


lunes, 22 de febrero de 2010

Manzanología

    1. La manzana espera con mucha paciencia su turno, hasta que terminen otras manzanas.
    2. La manzana entra en una habitación en la que debe desprenderse de su cáscara y cubrirse con otro tipo de envoltura muy ligera y que, supuestamente, cubre la desnudez de la manzana, pero es una gran mentira. 
    3. La manzana sale de esa habitación preguntándose por qué la hacen taparse con esa cáscara, si no cubre nada y sigue sintiéndose desnuda.
    4. La manzana es obligada a acostarse en una cama horrible, que fue creada para torturar a todas las manzanas que ahí se acuesten.
    5. Un desconocido entra en la habitación en la que la manzana se encuentra acostada y asustada, saludando con alegría como si esto fuera algo divertido.
    6. El desconocido enciende un aparato maldito y luego se coloca unos guantes que chirrían y tienen un tacto horrible.
    7. El desconocido intenta tranquilizar a la manzana, pero es imposible. A continuación, remanga sus mangas y acerca la mano a la parte baja de la manzana, justo en dónde termina el vástago.
    8. Ahora empieza lo peor. El individuo introduce la mano por el vástago casi hasta las pipas y hace un chequeo, mientras ese aparato maldito mira a la pobre manzana sin piedad.
    9. Si todo está correcto, termina este momento tan terrible para la pobre manzana, vuelve a poner sus cáscaras en su sitio y se escapa de esta habitación.
  10. Lo peor es que, a pesar de lo que ha sufrido, aún tiene que pagar un pastón a ese monstruo manzanero por el mal momento.


Así es una visita al ginecólgo, terrorífica. Las manzanas me entenderán, los manzanos no, pero así pueden ver lo que sufrimos las mujeres.


sábado, 23 de enero de 2010

Piel de manzana

Me gusta la sutil cáscara que recubre las manzanas,sin importar el color.
Me gusta cuando es dulce, pero también cuando es amarga.
Me gusta quitarla despacio antes de comer la manzana, aunque a veces sea más fácil no hacerlo, y simplemente comer.
Me gusta tersa, o con estigmas que la decoren incluso en los lugares menos esperados.
Me gusta tanto si está impecable, como si aún necesita un aclarado.
Me gustan los pequeños hoyos como diminutos cráteres de luna que te sorpenden con una sonrisa.
Me gusta joven, y cuando envejece.
Me gusta aún más lo que me espera dentro.


Me gusta, tu piel.



=)

viernes, 8 de enero de 2010

Actualización estúpida del día

Hoy me han contado una historia/leyenda "terrorífica" sobre un barranco en Tenerife. Al parecer hace tiempo, una niña de unos 10 años fue a buscar peras y desapareció y quizás esto tenía que ver con unos seres que aparecían de vez en cuando en el barranco (uhh). Según dicen la niña volvió a aparecer años más tarde, pero seguía teniendo 10 años y para ella solo habían pasado 10 minutos, eso sí, volvió con las peras.

Curioso ¿verdad?... Me planteo que hubiera pasado si en vez de peras hubiera ido a buscar manzanas... lo mismo, supongo.






Hoy ha sido uno de esos días que me sacan una sonrisa antes de irme a la cama, quizás me coma una manzana antes de dormir, solo espero que esté en mejores condiciones que la de la fotografía...

=)

lunes, 4 de enero de 2010

Las manzanas de Isaac Newton

Antes de nada, ¡feliz año nuevo a todos! y que los reyes se porten muy bien este año, que seguro que han sido buenos ... 8-)
Seguramente, muchos, ya se habrán dado cuenta de que el buscador más utilizado por todo ser humano que tenga Internet y que lo utilice con frecuencia, GOOGLE, tiene hoy como decorativo para su logo ¡ MANZANAS !

El motivo de esto es hacer homenaje al día de nacimiento del célebre Isaac Newton (hace 367 años), a quién le dio tiempo de dedicarse a la física, las matemáticas, la alquimia, la filosofía... y a saber cuántas cosas más hizo este muchacho.

Como ya sabemos, fue principalmente conocido por  descubrir la gravitación universal, cuando (según la historia) una manzana cayó al lado de él estando en el patio de su casa en el año 1666, aunque también dicen que una manzana cayó de un árbol bajo el cual estaba sentado, y golpeó su cabeza... Hay muchas historias, pero todas están relacionadas con las manzanas :)

Si esperamos dos o tres segundos en la pantalla principal de GOOGLE podremos ser testigos de la gravedad manzanera (una de las manzanas se cae del logo, debajo de la barra de búsqueda)

Si quieren más información sobre esta curiosidad del día solo tienen que hacer click en el logo de GOOGLE. ;)


¡Saludos manzanitas!